Medición de la gestión. Cómo medirla

Uno de los aspectos más importantes en una organización es la medición de la gestión.

Para Kleindienst & Biedermann (2017) los desafíos constantes que enfrentan las organizaciones, hacen que éstas mejoren continuamente su desempeño para así garantizar un el éxito sostenible en un mercado cada vez más demandante.

En la década de 1980 las empresas basaban sus procesos de medición en los procesos contables, sin embargo, éstos procesos al carecer de estrategias, limitarse al corto plazo y no tener en cuenta todos los tipos de rendimiento en las organizaciones, gestionaron el inicio de los sistemas de medición y gestión.

Estos sistemas poseen características particulares que les permiten ir más allá de los modelos tradicionales, al ser multidimensionales, equilibran los indicadores financieros y no financieros, tienen en cuenta factores de largo y corto plazo y además, están alineados con la visión estratégica de la organización.

Características de un Sistema de control de la gestión

Para Muñiz (2004)  un sistema de control o medición de la gestión tiene las siguientes características:

  • Se compone de diferentes elementos que implican a toda la organización, y cuyo fin es el brindar la información para controlar la gestión de la empresa.
  • Es un proceso integrado que permite conocer cómo, cuándo y dónde se emplean los recursos de la empresa en función de los objetivos previstos.
  • Requiere que la organización de la empresa esté basado en áreas o departamentos.

Diferentes académicos han propuesto varios modelos y sistemas de medición, entre los cuales se destacan:

Performance Pyramid, Tableau de Bord, Performance Prism y Balanced Scorecard (BSC), ECOGRAI y SMART (Vernadat, Shah, Etienne & Siadat, 2013).

Kleindienst & Biedermann (2017) sugieren que el (BSC) es el sistema de medición de gestión más popular en la práctica y en la literatura.

Para el desarrollo exitoso de un SCG (Sistema de control de gestión) se deben tener en cuenta ciertos componentes específicos dentro de la organización, pues éstos son la base del desarrollo de un SCG exitoso, para ello, se debe analizar el estado de los componentes actuales y evaluar los que faltan, mejorar las prestaciones de los componentes actuales y diseñar e implantar los nuevos componentes (Muñiz, 2004).

Los componentes básicos sujetos de análisis para el desarrollo de un SCG son:

    • La cultura de control existente: Es necesario conocer el grado de desarrollo con el que se realizan las funciones de control dentro de la empresa, analizando factores internos y externos, además de conocer los objetivos por los cuales se realiza la gestión de control actual
    • Planificación estratégica: Es indispensable conocer los componentes de la planificación estratégica, entre ellos los procesos de realización, la planeación en sí, y sus responsables, además de, conocer cómo se interrelacionan la misión, estrategias, objetivos y planes financieros a largo plazo.
    • Funciones del responsable de control de gestión: Principalmente se necesita conocer cuál es el lugar que ocupa la persona encargada del control en la organización, sus funciones y cualidades.

Como resultado de la aplicación de un SCG, se obtienen datos fundamentales sobre los procesos funcionales de la organización como un todo, de cada departamento dentro de la misma y su interrelación con las metas estratégicas, permitiendo controlar los recursos y su relación con la consecución de los objetivos organizacionales.

Al brindar información detallada se pueden tomar medidas directamente relacionadas con la eficiencia operacional mejorando la productividad de los procesos internos.

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