Las organizaciones y la dirección gerencial

La simbiosis entre diferentes entidades independientes garantiza la supervivencia y la satisfacción de necesidades propias y particulares, sucede en la naturaleza en las interacciones humanas y en las organizaciones. En éstas últimas, la dirección gerencial juega un papel fundamental

Toda organización bien sea que su fin sea con o sin ánimo de lucro está conformada por elementos básicos y principales: seres humanos.

La diferencia es el rol que representan dentro de cada organización y fuera de la misma, al final del día, al terminar la jornada, todos pertenecemos a uno de los siguientes grupos: clientes, empleados o dueños.

Todos pertenecemos a uno de los siguientes grupos: clientes, empleados o dueños.

La generación de valor y de compensación cohesionan nuestras funciones sociales, un empleado luego de recibir su retribución económica sale de la empresa y necesita adquirir bienes o servicios, convirtiéndose así en cliente, de la misma forma el dueño de una compañía necesita realizar las labores propias de los protagonistas del primer nivel, adquirir un elemento tangible o intangible y satisfacer una necesidad.

Esta interacción puede llegar a sufrir algún revés, cuando no existe un equilibrio entre las recompensas de cada uno de los individuos pertenecientes a una sociedad organizacional, dicha recompensa se traduce en el nivel de bienestar generado por la prestación de un servicio, la adquisición de un producto o la generación de riqueza.

Si cada uno de los componentes básicos de la sociedad recibe una recompensa justa por su labor o función dentro del ecosistema social, su compromiso con el desarrollo de sus funciones aumentará.

El conflicto

La recompensa justa aumenta el compromiso

Los tres elementos (clientes, empleados y dueños)  sostienen un conflicto permanente: la retribución que consideran justa por su dedicación y compromiso con la organización.

Sin una guía en el camino, este conflicto puede estancar la consecución de logros y el cumplimiento de metas, solo cuando un cuarto elemento direcciona el rumbo y establece una convivencia equitativa de intereses puede equilibrar la balanza y estimular la unión de cada una de las fuerzas en pro de alcanzar el éxito organizacional. Es la dirección gerencial la que fomenta la inclusión de estos agentes y promueve una relación complementaria que a fin de cuentas, satisfaga las necesidades de cada individuo y de la organización en general.

El éxito de una organización

De una buena dirección gerencial depende el éxito de una organización, solo desarrollando las habilidades necesarias para sortear con cabeza fría y creatividad cada desafío se puede garantizar el éxito de cada proyecto, la generación de riqueza y la rentabilidad del capital, satisfaciendo así  las necesidades de cada uno de los integrantes del círculo organizacional y contribuyendo al bienestar de la sociedad.

El gerente, líder y guía

Si se genera un aumento en el bienestar de la organización, se traduce en crecimiento económico, permitiendo desarrollar nuevos estándares de calidad en la ejecución de las tareas de cada integrante de la organización.

Los esfuerzos estratégicos

Gran parte de las organizaciones centran sus esfuerzos estratégicos en la generación de utilidades, resultado de buenas prácticas comerciales y económicas, pero dejan de lado la formación y perfeccionamiento de características gerenciales, se alejan de la base de solidaridad organizacional, estableciendo su satisfacción personal, profesional y económica, dejando de lado a los demás integrantes del ecosistema organizacional: dueños, empleados y clientes.

Generando satisfacción

La importancia del buen criterio en la dirección gerencial es tal, que de hacerse bien, puede generar una coexistencia de las necesidades de compensación de todos los integrantes de la organización, generando satisfacción ante una compensación equitativa sin sacrificio o compromiso adicional de ninguna de las partes.

Todo se resume en la correcta utilización de los recursos disponibles en la organización para obtener ganancias reflejadas en la productividad y eficiencia en la ejecución de las labores comerciales.

La labor comercial

En este punto hay que aclarar que una labor comercial no necesariamente es aquella que representa un intercambio monetario o económico, también es aquella en la que uno o varios actores de la sociedad interactúan satisfaciendo una necesidad mediante un bien (tangible o intangible) ofrecido por otro integrante de la sociedad que genera una compensación, bien sea emocional, afectiva, colectiva o psicológica. La unión de estos elementos estratégicos crean valor y garantizan a la dirección general la permanencia y fortalecimiento de la organización a largo plazo.

Camino al éxito

Toda organización, para ser exitosa debe generar un bienestar desde su componente más particular hasta el más general, y la mejor forma de hacerlo es teniendo claro el norte, el camino que se va a recorrer, las herramientas a usar y los compromisos con los que se garantiza la relación proactiva y responsable entre cada miembro de la sociedad organizacional.

El norte de toda organización es tener clara su misión y la forma en la que interactúa humanamente con sus clientes, empleados, dueños y directores gerenciales.

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