De nosotros depende sobresalir o quedarnos en el montón
Las comparaciones son odiosas y mucho más aun cuando comparamos personas con objetos, pero, ¿Realmente nos parecemos tanto a los productos? ¿Tenemos que mostrar nuestras virtudes y valores agregados a nuestros clientes para vender lo que sabemos? ¿Necesitamos adoptar conceptos de marketing para los servicios profesionales?
La respuesta a todas estas preguntas es SI.
No podemos decir que somos productos literalmente, porque el mundo de los productos es diferente al mundo de los mercados profesionales, el uno es tangible, y el otro es intangible porque esta constituido por una relación que se establece entre el productor, el usuario y quien realiza la prestación del servicio.
Al igual que las plantas necesitan de la luz del sol para vivir, nuestros clientes y nosotros nos necesitamos para que así exista la prestación de un servicio, no podemos almacenar o poner en un estante de inventarios las prestaciones profesionales, porque estas tienen un carácter transitorio si no se renuevan constantemente.
Cuando un cliente está satisfecho con nuestro servicio prestado, éste se asegura de la continuidad de la prestación, pero por el contrario un cliente insatisfecho puede terminar de inmediato su vínculo con nosotros.
Cada profesional personaliza una marca específica
Como profesionales necesitamos abonar las relaciones con nuestros clientes (si, al igual que lo hacemos con una planta) , demostrando nuestra adaptación al mundo moderno para que el estado de satisfacción de los clientes se mantenga y aumente, un perfume envasado en una lata de gaseosa no se vendería, el envase no está en el nivel en el que se encuentra el perfume, no tienen el mismo status.
Es importante la forma en la que lucimos frente a un cliente
De igual manera nuestra presentación intangible se materializa en nosotros mismos, en nuestra forma de expresarnos, de relacionarnos y en el modo en el que damos solución a los problemas de nuestros clientes, para un profesional es de vital importancia plasmar lo que es y lo que sabe en comportamientos tangibles, la oficina en la que trabaja, sus tarjetas de presentación, sus portafolios y hasta la página Web en la que explicamos nuestros servicios.
Una relación con un cliente es un lazo que debe mantenerse en perfecto estado, si este se rompe, nuestra carrera hacia el éxito estaría en peligro, esto no se trata de ganar reconocimiento de la noche a la mañana, se trata de desarrollar conocimientos e implementar habilidades que permitan sostener las relaciones a mediano y largo plazo.
Debemos entender que el cliente tiene la capacidad para elevar nuestra imagen como para dejarla por el suelo ante otros clientes potenciales, si construimos relaciones estables, tendremos más posibilidad de expandir nuestras relaciones a otros clientes.
No basta con decir lo que somos y sabemos, es necesario que nuestros clientes perciban lo que somos y que sientan la necesidad de contar con nuestros servicios.
La necesidad de que nos creemos una identidad, una marca es de gran importancia, debido a que lo opuesto a un producto indiferenciado es la marca.
Creamos diferenciación, creamos relaciones
El sentido individual es propio del ser humano, lo cual nos distingue de los demás y permite que nos reconozcan de manera diferente, para entender este concepto debemos entender que hay dos conceptos fundamentales:
Atributos funcionales y atributos suprafuncionales, propios del mundo de cualquier objeto y propios de la marca respectivamente, entonces cuando vamos más allá de lo que dejamos ver a primera vista encontramos una simbología, algo imaginario y fantasioso que seduce al cliente de manera subliminal y lo hace soñar con nuestras capacidades y prestación de servicios.
Para una creación exitosa de nosotros como maraca es necesario crear:
Fantasía
Diferenciación
Sentimiento de lealtad
La adaptación al cambio es la clave
Entonces, qué debemos hacer?
Cualquier profesional en el mundo moderno debe entender el concepto del cambio, porque negar el cambio es negar la realidad, aceptarlo es integrarse a ella
Si aceptamos para nosotros que el cambio es una alteración de pautas y patrones, que implica modificar las reglas del juego, podremos entender que el cambio muestra una tendencia acelerada, y que el componente fundamental del mismo, es la convivencia con la incertidumbre en el proceso actual de cambio.
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