La virtud más importante que debe tener un ser humano es, ser en su esencia, mejor persona, sensible ante la humanidad de los demás, su bienestar, su integridad y su desarrollo.
La clave está en esforzarse por sí mismo en ser cada día un mejor ser humano, centrando la importancia del desarrollo individual en la felicidad propia, la felicidad y la alegría individual influye directamente en las buenas relaciones con nuestros semejantes, ser feliz se transmite, influye en el comportamiento de los demás, ahí radica el éxito de ver la vida con ojos positivos y contagiar a los demás de hacer lo mismo. 
Pasamos por alto que con pequeños detalles podemos cambiar la vida de alguien que tal vez, necesite de nuestra felicidad.
Como seres sociales, no debemos olvidar que el activo más importante del ser humano es ser amable, con la amabilidad suavizamos las relaciones con nuestros semejantes
Hoy en día estamos acostumbrados a ver al otro como un objeto que simplemente aparece dentro de una tienda, oficina, calle o en un bus, debemos “desacostumbrarnos” a esto, y ver a los demás como seres humanos merecedores de nuestra educación y amabilidad, donde un buenos días, buenas tardes, por favor y gracias vuelvan al ruedo en nuestro diario vivir, ésta es la riqueza de una sociedad, es la virtud más importante, la virtud perdida que debemos volver a aplicar, volver a vivir.
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